A Baroja le preguntaron si le interesaban los alemanes. Era en plena guerra. "Los alemanes tienen aire de perros de presa", dijo.
Entonces le preguntaron por los ingleses, y dijo:
"Tampoco... Son ganado vacuno: gente sentimental y ridícula, que se extasía ante su aristocracia y ante sus reyes. Los latinos tienen algo de gato: son de raza felina. Un francés es como un gato gordo y bien alimentado. El italiano es como un angora viejo, que conserva su hermosa piel. Y el español es como esos gatos de tejados, flacos, sin pelo, que maúllan casi sin fuerzas, de desesperación y de hambre... Luego vienen ya los ofidios, que son los judíos, los griegos, los armenios...".
JOSÉ ESTEBAN, La generación del 98 en sus anécdotas, Renacimiento, Sevilla, 2012, pág. 52.
