“Escucho la llamada de la naturaleza, el susurro de los árboles, / el murmullo del río, el zumbido de las abejas, / el trinar de los pájaros, y el aullido del viento, / todo tejido en una sinfonía que nunca parece acabar”. Son los primeros versos de una poesía generada por ChatGPT 3.5 en el estilo de Walt Whitman en inglés y traducida también por la misma máquina. Es también la mejor para un panel de casi 700 personas sin un conocimiento especial de poesía que debían escoger entre poemas clásicos reales en inglés y versos generados en unos segundos por la máquina.
Un nuevo estudio compara docenas de poemas generados por ChatGPT con ejemplos reales de poetas clásicos en inglés, desde Chaucer y Shakespeare a T. S. Eliot, Sylvia Plath, Emily Dickinson o Allen Ginsberg. Los autores hicieron dos experimentos: en uno solo pedían si ese poema era obra humana o de la IA, en el otro preguntaban por la calidad. En ambos la IA pasa por humano o supera sus presuntas capacidades. En ningún caso los autores del experimento escogían el mejor poema que escribía ChatGPT, sino simplemente el primer resultado.
¿Cómo puede ser? La respuesta sencilla es que la poesía es difícil de entender y el grupo de lectores prefería comprender lo que leía, que en su opinión era un signo claro de humanidad: “Los resultados sugieren que el lector medio prefiere poemas más accesibles y que pueda entender”, dice Brian Porter, profesor de la Universidad de Pittsburgh y coautor del trabajo. El panel de lectores parecía creer que los versos difíciles de entender de un escritor como T. S. Eliot eran algo parecido a alucinaciones y los descartaba como posible autoría humana. Los cinco poemas mejor valorados fueron producidos por la IA, mientras que los peor valorados eran todos humanos.
“Algunos participantes explicaban que el contenido emocional de un poema era señal de que había sido escrito por un humano”, explica Porter, aunque en realidad era obra de ChatGPT. “Otros parecen interpretar frases confusas o difíciles como errores de la IA, y no como elecciones intencionadas de un poeta. Los resultados sugieren que las personas toman el hecho de que les guste un poema como señal de que fue escrito por un humano y no por una IA”, añade Porter.
El tema del estudio no era, sin embargo, la capacidad humana para distinguir los clásicos de la lengua inglesa, sino la capacidad de la máquina para colar poemas artificiales como reales, y en eso ganó: “La idea principal del experimento es que la IA es capaz de crear poemas que transmiten emociones e ideas de una forma que suena aceptablemente como si los hubiera escrito una persona”, dice Porter.
JORDI PÉREZ COLOMÉ, «Un grupo de lectores prefiere poesía escrita por ChatGPT antes que clásicos como Shakespeare o Sylvia Plath», El País, 14 de noviembre de 2024. Todo el artículo AQUÍ
