Bukowski coincide en una fiesta con Schwarzenegger y le llama "pedazo de mierda"


A Bukowski no le impresionaban los actores de cine porque respetaba poco su trabajo. Se podían contar con los dedos de una mano las películas que le gustaban. ¿Quién teme a Virginia Woolf? Sin novedad en el frente estaban entre ellas. Más sofisticado en lo cultural de lo que generalmente se le supone, le gustaba también Akira Kurosawa y su película favorita de todos los tiempos era Cabeza Borradora. Bukowski demostró su rechazo por las películas de moda y sus estrellas cuando conoció a Arnold Schwarzenegger, en septiembre de 1985, en la fiesta de cumpleaños de la mujer de Michael Monstfort. Sin más razón en particular que sus ganas de buscar pelea, Bukowski le dijo a Schwarzenegger que era un pedazo de mierda. “A Hank, ciertamente, nada de eso le impresionaba demasiado”, dijo Harry Dean Stanton. “Muchas películas no le importaban, a mí tampoco. Cualquiera que sea inteligente no habla sobre los miles de películas buenas. Esto afecta a cualquier forma de arte. La excelencia en cualquier campo es siempre una rareza.”


HOWARD SOUNES, Charles Bukowski: Locked in the Arms of a Crazy Life, Grove Press, New York, 1998, traducción de Vanessa