João Salgueiro: ¿Conociste al pintor Giorgio de Chirico?
Clarice Lispector: Sí, lo conocí. Yo estaba en Roma y un amigo mío me
dijo que seguramente a De Chirico le gustaría pintarme. Se lo
preguntó y él dijo que sólo después de verme. Me vio y dijo: «Pintaré
su retrato». Lo hizo en tres sesiones y dijo: «Podría continuar
pintando interminablemente este retrato, pero temo estropearlo todo».
João Salgueiro: ¿Dónde está ese retrato?
Clarice Lispector: Está en casa.
Marina Colasanti: Tienes una buena colección de retratos. Varios
artistas han pintado a Clarice.
Clarice Lispector: Lo que pasa es que yo, según parece, tengo un rostro
un poco exótico. Y eso atrae mucho a los pintores.
Affonso Romano de Sant’Anna: Eres medio asiática…
Clarice Lispector: Cuando estaba en Washington, en un cóctel, un
hombre se me quedó mirando, mirando, se acercó a mí y me preguntó:
«¿Es usted rusa?». «Nací en Rusia, pero no soy rusa, ¿por qué?».
«Porque tiene usted el tipo fino de los rusos». Le pregunté quién era y
me dijo no sé qué Tolstoi; era pariente de Tolstoi.
CLARICE LISPECTOR, fragmento de la entrevista que concedió en 1976 al Museu da Imagem e do Som de Río de Janeiro, recogido en Donde se enseñará a ser feliz y otros escritos, Siruela, Madrid, 2009, traducción de Elena Losada.