En aquellos días yo era menor de edad, en España había una Guerra Civil y en México se daban de bofetadas los partidarios de uno y otro bando. Los mexicanos acudían a la embajada española para enrolarse en el ejército español. "Sí, sí, pero en cuál bando", preguntaban los funcionarios. "En cualquiera, lo que quiero es ir a matar gachupines", contestaban. Al menos eso se decía...
En Madrid se lo conté a Rafael Alberti y se echó a reír: "Esta chica con esta vocecita solo dice barbaridades". Yo sabía más que Rafael Alberti, porque venía de H. Colonia Española".
ELENA GARRO, Memorias de España 1937, editorial Salto de Página, 2011.